CONCLUSIONES

La gran influencia del “fenómeno” INTERNET ha sido la causa esencial del proceso de cambios que llevaron a que el hombre, como ser perteneciente a una sociedad y, por ende, a una cultura específica, modifique su modo de ver y entender el universo que habita. Este cambio de carácter perceptivo es lo que determinó una nueva concepción de ese universo: una concepción cibernética, virtual, en la que cada individuo ya no vive como un ser particular, ocupando sólo una porción de un extenso territorio, sino como un habitante del mundo, que tiene la posibilidad de interactuar con otros individuos, trascendiendo las distancias territoriales y del tiempo.
Pero esto, a pesar de lo maravilloso y útil que puede resultar, trae aparejadas responsabilidades tan grandes como ese nuevo mundo. El poder que le confiere al individuo el acceso ilimitado e inmediato a información de carácter global, puede resultar peligroso si éste no sabe cómo utilizarlo y en qué circunstancias. Es muy fácil, mediante su uso, modificar aspectos de la realidad o influir a quienes toman decisiones que afectarán en alguna medida al resto de la sociedad.
Asimismo, los cambios perceptivos conllevan cambios cognitivos, es decir, en los modos en que el individuo procesa, aprehende y aprende nuevos conceptos obtenidos a través de la percepción. Es así como los planteos pedagógicos, por ejemplo, de la mayor parte de las áreas educativas incluyen el uso de Internet y otros medios de comunicación virtual para el proceso de aprendizaje. No es descabellado afirmar que, en la actualidad, los niños pequeños aprenden a leer, escribir, contar, mediante las computadoras o los juegos de Internet.
CYBERCEPTION se ha transformado en el término que caracteriza a las nuevas sociedades modernas, donde elementos como “espacio” y “tiempo” se han desdibujado, donde no existen más naciones aisladas, autónomas e independientes, sino una única y gran “monarquía”, en la que el rey supremo se llama INTERNET... Al menos, hasta que la tecnología diga lo contrario.